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13 November 2008

El Hospital Vírgen del Rocío de Sevilla enseña cirugía en directo a 350 urólogos reunidos en Madrid



El Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla es uno de los cinco hospitales que estos días emite en directo vía satélite imágenes de intervenciones quirúrgicas (vease foto adjunta), como la extirpación de un riñón por laparoscopia o la de una próstata con la ayuda de un robot. Estas son algunas de las sesiones en directo que, con la participación de cirujanos de prestigio internacional, están previstas en II Curso de Formación Continuada de la Asociación Española de Urología (AEU), que hasta el sábado tiene lugar en Madrid (Hotel Meliá Castilla, C/ Capitán Haya, 43) y al que acuden unos 300 urólogos de toda España.

Los especialistas asistentes podrán mejorar su formación accediendo desde Madrid a intervenciones en directo realizadas en distintos hospitales españoles vía satélite y de forma simultánea. Los centros participantes son el Universitario Central de Asturias, el Donostia de San Sebastián, el Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, el Universitari San Joan d’Alacant y el Vall d’Hebron de Barcelona. La conexión en directo desde Madrid con los distintos quirófanos permitirá a los asistentes a estas jornadas de formación seguir por ejemplo la extirpación de una próstata asistida con robot o la nefrectomía laparoscópica, que consiste en extirpar el riñón a través de técnicas mínimamente invasivas. A las conexiones vía satélite de los hospitales españoles hay que añadir el diálogo con los cirujanos tras las intervenciones, la celebración de mesas redondas sobre los tumores urológicos más frecuentes, como el de próstata, el de vejiga o el renal, así como la realización de seminarios interactivos centrados en casos clínicos de pacientes con estos carcinomas o con otras patologías urológicas (disfunción eréctil, incontinencia de orina).
El doctor Jesús Castiñeiras, presidente de la AEU, subraya que el desarrollo profesional continuo del especialista es una prioridad para esta sociedad científica y estas jornadas son fruto de ese compromiso por ofrecer al urólogo español la posibilidad de reciclar sus conocimientos, actualizar sus habilidades e incorporar nuevas tecnologías. "La organización de un curso de este nivel tiene su origen en nuestra vocación de servicio a la urología de este país. La primera edición celebrada el año pasado fue un éxito tanto por la asistencia como por la calidad de las sesiones, lo que nos animó a repetir la experiencia", comenta el doctor Castiñeiras.

-Sesiones en directo: en la vanguardia de la cirugía
Entre las sesiones quirúrgicas del curso, están previstas intervenciones con técnicas laparoscópicas, concretamente las extirpaciones de un riñón y una próstata. Gracias a estas técnicas actualmente el tiempo medio de ingreso y el riesgo de hemorragias en el paciente urológico han disminuido. Se estima que el 80% de los hospitales españoles están ya sustituyendo la cirugía convencional por esta nueva técnica. Su uso no sólo reduce el riesgo de hemorragia y el dolor postoperatorio, sino que, desde el punto de vista estético, resulta menos traumático para el paciente al no ser necesario hacer grandes incisiones. Desde que tuviera lugar, en Francia, la primera cirugía laparoscópica de la vesícula en 1985, su empleo no ha dejado de generalizarse y desarrollarse en los últimos 15 años de forma espectacular.


El empleo de la cirugía laparoscópica que se inició en patología benigna ha demostrado un enorme potencial frente a los tumores urológicos. El beneficio es claro en las intervenciones en pacientes con cáncer de vejiga, próstata y riñón. En estos casos el enfermo no debe permanecer tanto tiempo en el hospital. Así, por ejemplo, en los pacientes intervenidos de cáncer renal mediante cirugía laparoscópica el tiempo medio de estancia hospitalaria se ha reducido en 5 días: de los 8 que exigía la cirugía convencional a los 3 de media que requiere esta nueva técnica.
La cirugía laparoscópica ha demostrado ser una técnica indispensable para el tratamiento quirúrgico de muchas de las patologías urológicas. Sin embargo, en los últimos años han surgido nuevas técnicas como la robótica o el sistema viking que ofrecen ventajas similares para el paciente e incorporan además un sistema de visión tridimensional. En este II Curso de Formación Continuada de la AEU está prevista una extirpación de la próstata con la ayuda de un robot a cargo del especialista norteamericano V. Patel. De hecho, a la cabeza de su uso se encuentra Estados Unidos, que dispone de unos 500 robots en activo. En Europa la cifra ronda el centenar.


Las aplicaciones de la cirugía robótica son tan amplias que prácticamente abarcan todas las indicaciones de la laparoscopia convencional. De hecho ya se utiliza no sólo para extirpar la próstata, sino también para cirugías plásticas, para corregir las obstrucciones de la pelvis renal con el uréter y para extirpaciones de vejiga o parciales de riñón. Su empleo permite al urólogo trabajar con mayor precisión debido a que el robot dispone de cuatro brazos que se mueven con unos grados de libertad superiores a los de la muñeca del cirujano y a los elementos rígidos que utiliza la laparoscopia. A diferencia de la visión plana con la que se trabaja habitualmente en laparoscopia, la que proporciona la consola del robot es tridimensional. Así, el cirujano tiene, pese a trabajar en una consola alejado del paciente, la sensación de estar dentro del cuerpo humano, lo que se traduce en una mayor definición, ausencia de temblor o fatiga y un trauma menor para el paciente.

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